Las Lenguas
Sara Ivone
Uno de los mas bellos parangones de la historia del arte es aquel que reza “la pintura es poesía silenciosa y la poesía, pintura muda" y se debe al griego Simónides de Ceos. Aun cuando la sentencia, parafraseada, generó una genealogía de comparaciones entre las artes de la imagen y la palabra, donde sobresale la sentencia virgiliana (su Ut pictura poesis): Como la pintura así es la poesía y otra muy similar de Leonardo da Vinci con idéntica intención. Esto es: darnos cuenta que la poética de la imagen también se basa en el discurso, en su “retórica” y que la sensorialidad de lo escrito debe funcionar como ocurre con la combinación armoniosa de colores y formas.
Son unas frases que aparecen de manera súbita en las obras de Sara Ivone (Lisboa, 1982) pues la artista se ha formado en los ámbitos del lenguaje. Su fascinación por el lenguaje y sus sonidos la ha hecho compilar un atlas de palabras y frases que le son sugerentes, no importa el idioma en que se encuentren. Lo fundamental es que le suenen como ocurren con los colores de sus obras.
Porque para Sara Ivone, las palabras son abstracciones con sonidos y los sonidos tienen sus colores particulares, de tal modo que sus dibujos, los bidimensionales, y aquellos que se independizan para hacerse presente en el espacio, nos fuerzan a escucharlos y no tanto a verlos. O mejor decir: a verlos como si los escucháramos. Ellos se buscan en el espacio como las palabras se reúnen en una frase para que ésta gane poética.
Es una obra por tanto placentera, ajena (en apariencia al menos) a la quirúrgica reflexión conceptual de buena parte del arte actual. Nuestra mirada se desliza por las formas y los colores como si oyéramos una melodiosa frase o escucháramos una bella canción. Las obras de esta artista se instituyen desde la melodía de las formas abstractas y se alejan de cualquier estrategia creativa que no sea aquella de la creación como una forma intuitiva.
Sara Ivone se apunta a una tradición de artistas que “sienten” más la abstracción y que no las razonan desde un ejercicio puramente matemático o de acuerdo a combinaciones de riguroso control. En este sentido, se engarza con una tradición de creadores del color, de la sensorialidad que se alza en formas y gestos de pincel, como cuerpos de líneas y manchas que se sobreponen y se comunican entre ellos. Como la pintura de Henri Matisse o la escultura de Alexander Calder, los dibujos de Sara Ivone tienen su propia música, aquella que suena desde los colores. Esta dinámica poética en torno a un elegante y a la vez instintivo empleo del color como forma (en el espacio, en el papel o en la rusticidad de la madera) es lo que hace del trabajo de esta artista un planteamiento profundamente inteligente, mucho más intuitivo que racionalista, más cerca de los sentidos que de la razón intelectual. Las Lenguas, título de esta muestra reciente, es justamente muy elocuente de esto último. Es importante resaltar que, en sus formas redondeadas, en estos trazos sinuosos lo que vemos es, insisto, una música callada de la pintura, parafraseando aquel título maravilloso, 'La música callada del toreo', del gran filósofo español José Bergamín.
Sara Ivone insiste en movilizar su elegante sensorialidad desde el cuerpo -del color, de lo musical-. Las Lenguas se fundamenta igualmente en una manufactura aparentemente pobre, singular desde su manejo de los materiales como una escultora povera, y desde un dibujo claramente abstracto, aun cuando todo lo que vemos, se eleva a otra categoría: el de aquella pintura que no por casualidad se llama La Música del gran Henri Matisse y donde elevara igualmente al lugar poético del color la alegría de las formas sinuosas de sus recortes de papel. Una alegría musical de las formas bailando sobre capas de colores, como en Las Lenguas de Sara Ivone.
Carlos E. Palacios
Abril 2017, Ciudad de México
Sara Ivone
Uno de los mas bellos parangones de la historia del arte es aquel que reza “la pintura es poesía silenciosa y la poesía, pintura muda" y se debe al griego Simónides de Ceos. Aun cuando la sentencia, parafraseada, generó una genealogía de comparaciones entre las artes de la imagen y la palabra, donde sobresale la sentencia virgiliana (su Ut pictura poesis): Como la pintura así es la poesía y otra muy similar de Leonardo da Vinci con idéntica intención. Esto es: darnos cuenta que la poética de la imagen también se basa en el discurso, en su “retórica” y que la sensorialidad de lo escrito debe funcionar como ocurre con la combinación armoniosa de colores y formas.
Son unas frases que aparecen de manera súbita en las obras de Sara Ivone (Lisboa, 1982) pues la artista se ha formado en los ámbitos del lenguaje. Su fascinación por el lenguaje y sus sonidos la ha hecho compilar un atlas de palabras y frases que le son sugerentes, no importa el idioma en que se encuentren. Lo fundamental es que le suenen como ocurren con los colores de sus obras.
Porque para Sara Ivone, las palabras son abstracciones con sonidos y los sonidos tienen sus colores particulares, de tal modo que sus dibujos, los bidimensionales, y aquellos que se independizan para hacerse presente en el espacio, nos fuerzan a escucharlos y no tanto a verlos. O mejor decir: a verlos como si los escucháramos. Ellos se buscan en el espacio como las palabras se reúnen en una frase para que ésta gane poética.
Es una obra por tanto placentera, ajena (en apariencia al menos) a la quirúrgica reflexión conceptual de buena parte del arte actual. Nuestra mirada se desliza por las formas y los colores como si oyéramos una melodiosa frase o escucháramos una bella canción. Las obras de esta artista se instituyen desde la melodía de las formas abstractas y se alejan de cualquier estrategia creativa que no sea aquella de la creación como una forma intuitiva.
Sara Ivone se apunta a una tradición de artistas que “sienten” más la abstracción y que no las razonan desde un ejercicio puramente matemático o de acuerdo a combinaciones de riguroso control. En este sentido, se engarza con una tradición de creadores del color, de la sensorialidad que se alza en formas y gestos de pincel, como cuerpos de líneas y manchas que se sobreponen y se comunican entre ellos. Como la pintura de Henri Matisse o la escultura de Alexander Calder, los dibujos de Sara Ivone tienen su propia música, aquella que suena desde los colores. Esta dinámica poética en torno a un elegante y a la vez instintivo empleo del color como forma (en el espacio, en el papel o en la rusticidad de la madera) es lo que hace del trabajo de esta artista un planteamiento profundamente inteligente, mucho más intuitivo que racionalista, más cerca de los sentidos que de la razón intelectual. Las Lenguas, título de esta muestra reciente, es justamente muy elocuente de esto último. Es importante resaltar que, en sus formas redondeadas, en estos trazos sinuosos lo que vemos es, insisto, una música callada de la pintura, parafraseando aquel título maravilloso, 'La música callada del toreo', del gran filósofo español José Bergamín.
Sara Ivone insiste en movilizar su elegante sensorialidad desde el cuerpo -del color, de lo musical-. Las Lenguas se fundamenta igualmente en una manufactura aparentemente pobre, singular desde su manejo de los materiales como una escultora povera, y desde un dibujo claramente abstracto, aun cuando todo lo que vemos, se eleva a otra categoría: el de aquella pintura que no por casualidad se llama La Música del gran Henri Matisse y donde elevara igualmente al lugar poético del color la alegría de las formas sinuosas de sus recortes de papel. Una alegría musical de las formas bailando sobre capas de colores, como en Las Lenguas de Sara Ivone.
Carlos E. Palacios
Abril 2017, Ciudad de México
Los pensamientos inscritos en Las Lenguas son la exploración de la escultura como un trespasar fisico de la superficie plana. En este sentido la configuración de la instalación son piezas que tienen la fragilidad de una hoja y la fugacidad de un sonido. Su construcción es un ritmo visual y se agrupan sus ritmos componiendo un discurso hablado o cantado.
Las Lenguas es una exhibición de palabras.
Las palabras son alfabeto de los significados, sonidos efimeros que se reagrupan incesantemente:'Del soplo sabe hacer nacer el lenguage. En un gesto recorre la genesis de su humanidad’.* Esta reconfiguración incesante de sonidos\significados\materia es el gesto primitivo y el movimiento puro. El movimiento presupone múlptiplos significados, una gimnastica formal. Una gymnopedie. Diferentes stills que componen un fluido: una representación del mundo natural.
Una sinestesia entre los sentidos: la comprensión o la percepción se sierve de nuestra memória de la experiencia del cuerpo y nos permite tener expectativas sobre el comportamiento de la materia de alrededor.Despertando códigos visuales se alcanza la imagen\sensación\idea\postulado\frase, por medio de las cuales se expresan las intenciones o orientaciones, en suma, el sentido.
La escultura son eses códigos, matrizes visuales que despiertan la sugestión, asociación y son la consecuencia del gesto primordial. La experiencia fenomenologica que resalta la importancia de la memoria del cuerpo permite su estabilidad y manutención. La escultura surge como celebración de la amplitud, destreza, pericia, alcance, expansión y extensión del cuerpo. La escultura es la voz del cuerpo.
www.youtube.com/watch?v=_mUfw_WanJ4
Sara Ivone, Ciudad de México, 2017
*A Tomatis , ‘El Oído y el Lenguaje’
Las Lenguas es una exhibición de palabras.
Las palabras son alfabeto de los significados, sonidos efimeros que se reagrupan incesantemente:'Del soplo sabe hacer nacer el lenguage. En un gesto recorre la genesis de su humanidad’.* Esta reconfiguración incesante de sonidos\significados\materia es el gesto primitivo y el movimiento puro. El movimiento presupone múlptiplos significados, una gimnastica formal. Una gymnopedie. Diferentes stills que componen un fluido: una representación del mundo natural.
Una sinestesia entre los sentidos: la comprensión o la percepción se sierve de nuestra memória de la experiencia del cuerpo y nos permite tener expectativas sobre el comportamiento de la materia de alrededor.Despertando códigos visuales se alcanza la imagen\sensación\idea\postulado\frase, por medio de las cuales se expresan las intenciones o orientaciones, en suma, el sentido.
La escultura son eses códigos, matrizes visuales que despiertan la sugestión, asociación y son la consecuencia del gesto primordial. La experiencia fenomenologica que resalta la importancia de la memoria del cuerpo permite su estabilidad y manutención. La escultura surge como celebración de la amplitud, destreza, pericia, alcance, expansión y extensión del cuerpo. La escultura es la voz del cuerpo.
www.youtube.com/watch?v=_mUfw_WanJ4
Sara Ivone, Ciudad de México, 2017
*A Tomatis , ‘El Oído y el Lenguaje’
''Las Lenguas', 2017. Opening 17.04.2017. Imagenes Cortesia Luis Adelantado Mexico